¿Cómo se calcula la rentabilidad?

¿Cómo se calcula la rentabilidad?

Calcular el margen de beneficios

La rentabilidad es el objetivo principal de toda empresa. Sin rentabilidad, la empresa no sobrevivirá a largo plazo. Por ello, es muy importante medir la rentabilidad actual y pasada y proyectar la rentabilidad futura.

La rentabilidad se mide con los ingresos y los gastos. Los ingresos son el dinero generado por las actividades de la empresa. Por ejemplo, si se producen y venden cosechas y ganado, se generan ingresos. Sin embargo, el dinero que entra en la empresa procedente de actividades como el préstamo de dinero no crea ingresos. Se trata simplemente de una transacción en efectivo entre la empresa y el prestamista para generar efectivo para el funcionamiento de la empresa o la compra de activos.

Los gastos son el coste de los recursos utilizados o consumidos por las actividades de la empresa. Por ejemplo, las semillas de maíz son un gasto de una empresa agrícola porque se consumen en el proceso de producción. Los recursos, como una máquina cuya vida útil es superior a un año, se consumen a lo largo de varios años. El reembolso de un préstamo no es un gasto, es simplemente una transferencia de efectivo entre la empresa y el prestamista.

Tasa de rendimiento y análisis de rentabilidad

Los ratios de rentabilidad son una medida de la eficacia de la gestión y dirección de una empresa.    Más que cualquier otro tipo de ratio, los ratios de rentabilidad proporcionan a los propietarios y gestores información sobre la capacidad de una empresa para utilizar sus recursos para generar beneficios.

En el caso de una pequeña empresa privada, este ratio suele oscilar entre el 3 y el 7%, pero, al igual que muchos otros ratios que hemos analizado, varía en función del sector. Los comercios minoristas suelen tener un ratio de beneficio neto sobre ventas de entre el 2 y el 4%, pero otros sectores, como el sanitario, tienen ratios de hasta el 15%.    Cuando las empresas ven caer su ratio de beneficio neto sobre ventas, suelen adoptar medidas drásticas de reducción de costes. Este no es siempre el mejor enfoque, ya que muchas veces las medidas de reducción de costes tienen un impacto negativo en la salud general y el futuro de la empresa. Más bien, las empresas deberían observar su margen bruto en comparación con empresas similares o con su sector.    Si sus ventas brutas son comparables, entonces tiene sentido que la empresa investigue qué parte de sus operaciones está llevando menos ingresos a la línea de fondo (beneficio neto).

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Ratio de impacto del margen

Los ratios de rentabilidad miden la capacidad de una empresa para generar beneficios en relación con las ventas, los activos y los fondos propios. Estos ratios evalúan la capacidad de una empresa para generar ganancias, beneficios y flujos de caja en relación con alguna métrica, a menudo la cantidad de dinero invertido. Destacan la eficacia de la gestión de la rentabilidad de una empresa.

Algunos ejemplos comunes de ratios de rentabilidad son el rendimiento de las ventas, el rendimiento de la inversión, el rendimiento de los fondos propios, el rendimiento del capital empleado (ROCE), el rendimiento del capital invertido en efectivo (CROCI), el margen de beneficio bruto y el margen de beneficio neto. Todos estos ratios indican el rendimiento de una empresa en la generación de beneficios o ingresos en relación con una determinada métrica.

Los distintos ratios de rentabilidad ofrecen diferentes perspectivas útiles sobre la salud financiera y el rendimiento de una empresa. Por ejemplo, los ratios de beneficio bruto y de beneficio neto indican lo bien que la empresa está gestionando sus gastos. El rendimiento del capital empleado (ROCE) indica si la empresa utiliza el capital empleado para generar beneficios. El rendimiento de la inversión indica si la empresa está generando suficientes beneficios para sus accionistas.

Fórmula de la rentabilidad

Los márgenes de beneficio son quizás uno de los ratios financieros más sencillos y más utilizados en las finanzas empresariales. El beneficio de una empresa se calcula en tres niveles de su cuenta de resultados, empezando por el más básico -el beneficio bruto- y llegando al más completo: el beneficio neto. Entre estos dos se encuentra el beneficio de explotación. Los tres tienen sus correspondientes márgenes de beneficio, que se calculan dividiendo la cifra de beneficio entre los ingresos y multiplicándola por 100.

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El beneficio bruto es la métrica de rentabilidad más sencilla porque define el beneficio como todos los ingresos que quedan después de contabilizar el coste de los bienes vendidos (COGS). El coste de los bienes vendidos incluye sólo los gastos directamente asociados a la producción o fabricación de artículos para la venta, incluidas las materias primas y los salarios de la mano de obra necesaria para fabricar o ensamblar los bienes.

Se excluyen de esta cifra, entre otras cosas, los gastos de deuda, los impuestos, los gastos de funcionamiento o los gastos generales, y los gastos únicos, como la compra de equipos. El margen de beneficio bruto compara el beneficio bruto con los ingresos totales, reflejando el porcentaje de cada dólar de ingresos que se retiene como beneficio después de pagar el coste de producción.

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