Bruto
Julio César, el dictador romano, fue asesinado por un grupo de senadores en los idus de marzo (15 de marzo) del año 44 a.C. durante una reunión del Senado en la Curia de Pompeyo del Teatro de Pompeyo en Roma. Los senadores apuñalaron a César 23 veces. Alegaron que actuaban por temor a que la concentración de poder sin precedentes de César durante su dictadura estuviera socavando la República Romana, y presentaron el hecho como un acto de tiranicidio. Al menos 60 senadores participaron en la conspiración, liderados por Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longinos. A pesar de la muerte de César, los conspiradores no pudieron restaurar las instituciones de la República. Las ramificaciones del asesinato condujeron a la guerra civil de los Libertadores y, finalmente, al periodo del Principado del Imperio Romano.
César había servido a la República durante ocho años en la Guerra de las Galias, conquistando por completo la región de la Galia (más o menos equivalente a la actual Francia). Después de que el Senado romano exigiera a César que disolviera su ejército y volviera a casa como civil, éste se negó, cruzando el Rubicón con su ejército y sumiendo a Roma en la Guerra Civil de César en el año 49 a.C. Tras derrotar a los últimos opositores, César fue nombrado dictador perpetuo (“dictador a perpetuidad”) a principios del 44 a.C.[2] El historiador romano Tito Livio describe tres incidentes ocurridos entre el 45 y el 44 a.C. como las causas finales del asesinato de César, las “tres últimas pajas” en opinión de algunos romanos[3].
César ملابس
César fue un político y general de la república romana tardía, que amplió enormemente el imperio romano antes de tomar el poder y hacerse dictador de Roma, allanando el camino al sistema imperial.
Julio César nació en Roma el 12 o 13 de julio del año 100 a.C. en el seno del prestigioso clan Juliano. Su familia estaba estrechamente relacionada con la facción mariana de la política romana. El propio César progresó dentro del sistema político romano, llegando a ser sucesivamente cuestor (69), edil (65) y pretor (62). En el 61-60 a.C. fue gobernador de la provincia romana de España. De vuelta a Roma en el 60, César pactó con Pompeyo y Craso, que le ayudaron a ser elegido cónsul en el 59 a.C. Al año siguiente fue nombrado gobernador de la Galia romana, donde permaneció ocho años, añadiendo al imperio romano toda la Francia y Bélgica actuales, y poniendo a Roma a salvo de la posibilidad de invasiones galas. Realizó dos expediciones a Britania, en el 55 a.C. y en el 54 a.C.
A continuación, César regresó a Italia, haciendo caso omiso de la autoridad del senado y cruzando el río Rubicón sin disolver su ejército. En la guerra civil que siguió, César derrotó a las fuerzas republicanas. Pompeyo, su líder, huyó a Egipto, donde fue asesinado. César le siguió y se relacionó sentimentalmente con la reina egipcia Cleopatra.
Sulla
En aspectos mayores y menores, muchos de nosotros malinterpretamos la muerte de Julio César el 15 de marzo del 44 a.C. Por eso hablé con Barry Strauss, un profesor de historia y clásicas de Cornell. Es el autor de La muerte de César, un libro que relata uno de los asesinatos más infames de la historia y disipa muchos mitos medio recordados.
Muchos de esos mitos proceden de Shakespeare, que se basó exclusivamente en Plutarco para pintar su imagen de Roma. Pero Strauss utiliza a Plutarco junto con otras fuentes antiguas, como Nicolás de Damasco, Suetonio, Apio y Casio Dio, así como el trabajo de otros estudiosos. Al contrastarlas, forman una imagen más completa de la Roma de la época, que rompe muchos mitos.
Los idus de marzo provienen de los idus, un término que los romanos utilizaban para señalar la mitad de un mes. Cada mes tiene un idus a mediados (además de las calendas al principio del mes y los nones ocho días antes del idus). Los idus de marzo son especiales por un par de razones: es el día en que fue asesinado César y es el tema de la espeluznante profecía de un adivino en Julio César, de William Shakespeare.
Julio César
El asesinato de Julio César, ocurrido en este día del año 44 a.C., conocido como los idus de marzo, fue el resultado de una conspiración de otros 60 senadores romanos. Dirigidos por Cayo Casio Longinos y Marco Junio Bruto, apuñalaron mortalmente a César en Roma, cerca del Teatro de Pompeyo.
César había sido nombrado recientemente “dictador a perpetuidad” de la República Romana. Las tensiones existentes entre César y el Senado, entre los temores de que también planeaba reclamar el título de rey, derrocar al Senado y gobernar como tirano, fueron los principales motivos de su asesinato.
También entraron en juego los celos personales. Según un relato moderno de David Epstein, “la presencia de tantas animosidades personales explica que la conspiración no fuera delatada a pesar de su gran tamaño”. Pero la preocupación de los senadores puede haber sido errónea: Suetonio, que escribió casi 150 años después, relató que, al acercarse el fatídico día, una multitud le gritó rex (“rey”), a lo que César respondió: “Yo soy César, no rex”.