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Ya sea un soporte funerario, una representación de una diosa o una princesa ibérica, el origen de la Dama de Elche nunca se podrá saber con certeza. Sin embargo, se cree que es uno de los ejemplos más sorprendentes de la obra escultórica encontrada en el planeta.
La Dama de Elche es, como mínimo, impresionante. La escultura representa la cabeza, el cuello y los hombros, hasta el pecho, de una mujer que parece carecer de cualquier expresión o emoción particular en su rostro. Uno de los elementos más elaborados es el tocado que adorna la cabeza de la mujer, que recuerda un poco a la Princesa Leia de Star Wars.
La Dama de Elx en el Huerto del Cura,Elx,España.La Dama de Elx, una pieza ibérica del siglo IV a.C. Probablemente la mejor escultura ibérica encontrada hasta la fecha. Autor: Relanzón, Santiago Museo Arqueológico CC BY-SA4.0
En el elaborado tocado de la dama aparecen dos grandes rollos llamados rodetes, colocados a ambos lados de la cabeza, y unos pendientes en forma de borla cuelgan hasta los hombros. Un collar tallado adorna además su cuello y su pecho. El origen del busto es objeto de un gran debate. Algunos estudiosos sostienen que es ibérica, otros que está tallada a imagen de una diosa de Cartago, llamada Tanit. Se sabe que esta diosa gobernaba la Luna, el Sol y los demás astros del universo conocido, y los antiguos la invocaban para la fertilidad.
Por qué es importante la dama de Elche
Otro artefacto similar asociado a la cultura ibérica es la Dama de Guardamar, que también tiene rodetes y collares similares. La Dama de Guardamar, es un busto femenino de piedra caliza, de 50 cm de altura, fechado hacia el 400 a.C., que fue descubierto en fragmentos en el yacimiento arqueológico fenicio del Cabezo Lucero en Guardamar del Segura en la provincia de Alicante, España, el 22 de septiembre de 1987[4].
Sammu-ramat fue mencionada por Heródoto, y por el posterior historiador Diodoro Sículo que elaboró toda una leyenda sobre ella como Semiramis. Según Diodoro, nació de una diosa y, tras casarse con un oficial asirio, cautivó al rey Ninus, fundador de Nínive, por su belleza y valor y se convirtió en su esposa. Cuando Semiramis asumió el poder, construyó Babilonia y se dedicó a la conquista de tierras lejanas[5].
El ministro escocés del siglo XIX Alexander Hislop afirmó en su libro The Two Babylons (1853) que Semiramis era una persona real en la antigua Mesopotamia[6]. Hislop creía que Semiramis era una reina consorte y madre de Nimrod, constructor de la Torre de Babel de la Biblia, aunque no se mencionan consortes bíblicos de Nimrod. Hislop creía que la descendencia masculina incestuosa de Semiramis y Nimrod era la deidad acadia Tammuz, un dios de la vegetación, así como una deidad de vida-muerte-nacimiento. Hislop sostenía que todos los emparejamientos divinos en las religiones, como Isis y Osiris y Afrodita y Cupido, son recuentos de la historia de Semiramis y Tammuz. Hislop tomó las referencias literarias a Osiris y Orión como “semilla de mujer” como prueba en apoyo de su tesis. Todo esto condujo a la afirmación central de Hislop: que la Iglesia Católica es una continuación velada de la religión pagana de la antigua Babilonia, producto de una conspiración secreta milenaria fundada por Semiramis y Nimrod[7]. El autor y teórico de la conspiración David Icke incorpora las afirmaciones de Hislop sobre Semiramis en su libro El mayor secreto, afirmando que Semiramis también tuvo un papel clave en la conspiración alienígena reptiliana que, según él, está controlando secretamente a la humanidad[8].
Indiana jones y el secreto de la dama de elche
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Réplica de la Dama de Elche
La Dama de Elche, una de las figuras más características de nuestro patrimonio arqueológico, fue descubierta por casualidad en un mes de agosto de 1897. El día 4, unos trabajadores que se encontraban en una finca desmontando la ladera sureste del cerro de La Alcudia, con fines agrícolas, encontraron el busto.
La Alcudia es un montículo cercano a Elche que los árabes llamaban así y que estaba rodeado por un río. Se sabe que fue un asentamiento ibérico llamado Helike (en griego) y que luego los romanos llamaron Illici Augusta Colonia Julia.La leyenda local cuenta que uno de los obreros que trabajaban en la ladera, Manuel Campello, Manolico, un adolescente que ayudaba en las tareas, fue quien -con la punta de uno de ellos, Antonio Maciá- comenzó a cavar y descubrió el busto. La bautizó como “reina mora”.El lugar donde se encontró el busto es hoy un yacimiento arqueológico en el que a lo largo de los años se han descubierto piezas de gran valor, tanto ibéricas como romanas. Se han descubierto cloacas romanas, mosaicos, muros y casas romanas e incluso los cimientos de una basílica cristiana.