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El Concierto de Europa fue un sistema de resolución de disputas adoptado por las principales potencias conservadoras de Europa para mantener su poder, oponerse a los movimientos revolucionarios, debilitar las fuerzas del nacionalismo y mantener el equilibrio de poder.
Cuando las cuatro principales potencias europeas (Gran Bretaña, Prusia, Rusia y Austria) que se oponían al Imperio francés en las Guerras Napoleónicas vieron que el poder de Napoleón se derrumbaba en 1814, comenzaron a planificar el mundo de la posguerra. El Tratado de Chaumont de marzo de 1814 reafirmó las decisiones que serían ratificadas por el más importante Congreso de Viena de 1814-15. El Congreso de Viena fue el primero de una serie de reuniones internacionales que llegaron a conocerse como el Concierto de Europa, un intento de forjar un equilibrio de poder pacífico en Europa. Sirvió de modelo para organizaciones posteriores como la Sociedad de Naciones en 1919 y las Naciones Unidas en 1945. Entre ellas, el establecimiento de una Alemania confederada, la división de los protectorados y anexiones francesas en estados independientes, la restauración de los reyes Borbones de España, la ampliación de los Países Bajos para incluir lo que en 1830 se convirtió en la Bélgica moderna, y la continuación de las subvenciones británicas a sus aliados. El Tratado de Chaumont unió a las potencias para derrotar a Napoleón y se convirtió en la piedra angular del Concierto de Europa, que configuró el equilibrio de poder durante las dos décadas siguientes. El principio básico del equilibrio de poder europeo es que no debe permitirse que una sola potencia europea alcance la hegemonía sobre una parte sustancial del continente y que la mejor manera de evitarlo es que un pequeño número de alianzas en constante cambio se disputen el poder.
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Federico Guillermo fomenta el librepensamiento y los académicos despedidos de otras universidades alemanas son autorizados a enseñar en Prusia. Sin embargo, se rechazaron las peticiones de un parlamento elegido y, a mediados de la década de 1840, Prusia comenzó a reprimir las ideas nacionalistas. La Dieta Unida de los Estados Prusianos fue disuelta tras exigir una constitución escrita y elecciones libres.Las revoluciones de 1848A principios de 1848, la revolución se extendió por toda Europa. En Francia la monarquía fue derrocada. Pero en Alemania no se produjo un cambio tan extremo.
El liberalismo 1815-1848
Este artículo ofrece una visión general del progreso del nacionalismo y de la idea nacional, empezando por sus orígenes como programa político de masas durante la Revolución Francesa y siguiendo su paso hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial. El artículo examina una serie de puntos “cruciales” en la historia del nacionalismo: en particular, la propia Revolución Francesa y sus consecuencias, el Congreso de Viena de 1815, las revoluciones europeas de 1848-49, las unificaciones de Alemania e Italia en la última parte del siglo XIX y la aparente oleada de nacionalismo en los Balcanes otomanos, especialmente en el último cuarto del siglo XIX. En todo momento se cuestiona la idea del ascenso uni-lineal e irresistible del nacionalismo, y este artículo muestra en cambio el papel del accidente y la contingencia, así como los programas alternativos de organización política que desafiaron la idea nacional.
Los hombres de la Revolución Francesa eran burgueses cultos, abogados, periodistas, que actuaban y hablaban en nombre de las masas, pero que a su vez formaban parte de una élite social. Su trabajo, y el de sus sucesores, era ayudar a que la idea nacional llegara a los estratos más amplios de la propia nación: “las masas”. Esto era así siempre que existía un programa nacional. En un importante estudio sociológico sobre la propagación del nacionalismo en Europa Centro-Oriental, Miroslav Hroch identifica un proceso de tres etapas para la difusión de la idea nacional, empezando por su incubación en un pequeño grupo de intelectuales, pasando por un estrato más amplio de patriotas y activistas nacionalistas, y finalmente impregnando a la población en general[6].
Línea del tiempo de 1815 a 1850
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El periodo que conocemos como la Revolución Francesa, que comenzó en serio en 1789, fue una época de dramática transformación en Francia. En primer lugar, la transformación política, pero también la social. El Palacio de Versalles se encuentra en el centro de la revolución. Construido para ser la residencia oficial de la monarquía francesa durante el reinado de Luis XIV, el palacio siguió manteniendo este estatus bajo Luis XVI.
La imagen siguiente representa el juramento en la pista de tenis del 20 de junio de 1789, en un boceto de Jacques-Louis David. Se puede ver a los diputados del Tercer Estado, junto con algunos miembros del clero y de la nobleza, reunidos en la Cancha Real de Tenis, a poca distancia del palacio. El 20 de junio de 1789, los diputados reunidos juran no disolver su sesión hasta dotar a Francia de una Constitución escrita.