Mateo 15:24

Algunos escribas y fariseos le pidieron a Jesús una señal. Es de suponer que querían verle hacer algún milagro concreto, distinto de los que ya había hecho, para convencerse de que era el Mesías. Jesús los rechaza instantánea y rotundamente.

La razón de este rechazo es que Cristo ya ha realizado innumerables milagros delante de estos escépticos. Ellos han elegido rechazar la enorme evidencia que tienen delante (Juan 5:39-40), sin importar lo ridículo de la excusa (Mateo 12:22-24). Basándose en cómo han respondido a esas demostraciones del poder de Dios en Él, ¿por qué iba Jesús a darles más (Mateo 7:6)? En lugar de ello, Jesús declara que estos perturbadores forman parte de una generación malvada y adúltera.

Pedir “aún más” señales de Dios, cuando Él ya ha proporcionado tanto, es evidencia de una incredulidad dura y obstinada (Romanos 1:18-20; Salmo 19:1). Dios no da señales a pedido para probarse a sí mismo, sino sólo por su propia gracia y en su propio tiempo. Y lo que Él da es más que suficiente. La afirmación “si Dios hiciera exactamente esto, entonces yo creería” no es más que una excusa engañosa.

¿Murió Jonás?

1. Un hecho sorprendente2. Jonás: Un hecho, no una fábula3. Tres días y tres noches4. Tiempo correcto, lugar equivocado5. El corazón de la tierra6. La hora de la verdad7. La sede del infierno8. El tiempo de los judíos9. Jonás significa paz10. Jonás, el sacrificio11. Los tiempos de Jonás y Jesús12. Jonás fue resucitado13. Jonás y la nación de Israel14. Jonás es un símbolo de los perdidos

Un hecho asombrosoSe calcula que 10.000 millones de aves realizan vuelos migratorios cada año. Por ejemplo, una especie de alcaudón vuela 3.500 millas desde Asia Central hasta el Ecuador de África. El vuelo más largo registrado de una paloma mensajera tuvo lugar en 1931, cuando esta decidida ave voló desde Arras (Francia) hasta su hogar en Saigón (Vietnam). Al ser liberada, la paloma voló recta como una flecha a lo largo de 7.200 millas sobre territorio desconocido hasta su hogar en sólo 24 días. Pero la migración del charrán ártico es la más larga de todos los animales: el tenaz charrán vuela desde sus zonas de anidación en el norte del Ártico hasta el Antártico y de vuelta: ¡un viaje de ida y vuelta de casi 25.000 millas!

Mateo 12:38

“Oh vosotros, hipócritas, podéis discernir la faz del cielo; pero ¿no podéis discernir los signos de los tiempos? La generación perversa y adúltera busca una señal; y “no se le dará otra señal que la del profeta Jonás”. Mateo 16:3-4.

¿Qué quiso decir Jesús al afirmar que “no se dará ninguna señal… sino la señal del profeta Jonás”? ¿Cuál es la señal? ¿Qué significa? ¿Qué relevancia tiene hoy “la señal” para la humanidad, si es que tiene alguna?

El Libro de Jonás fue escrito en un momento importante de la historia de los hijos de Israel. Antes de que se escribiera, los sacerdotes de Israel creían y enseñaban a los hijos de Israel que el Dios de Israel era un dios territorial, y que sólo presidía la tierra que ellos ocupaban físicamente.

La nación de Israel había surgido de Abraham, Isaac y Jacob, y estaba compuesta por doce tribus que eran los descendientes directos de los doce hijos de Jacob. Una creencia común que prevalecía entonces en toda la tierra de Israel era que el “brazo del Señor” [la autoridad de Dios] se mantenía sólo dentro de los límites territoriales de Israel, y que la influencia de Dios dejaba de ejercer cualquier control sobre, o proporcionar cualquier protección a, un israelita viajero que había salido de la tierra de Israel para viajar a un territorio, nación o reino adyacente o distante.

Biblia de Nínive

Jonás o Jonas,[a] hijo de Amittai, es un profeta de la Biblia hebrea y del Corán, originario de Gath-hepher del reino del norte de Israel en el siglo VIII a.C. aproximadamente. Jonás es la figura central del Libro de Jonás, en el que se detalla su reticencia a pronunciar el juicio de Dios sobre la ciudad de Nínive, y su posterior regreso, aunque a regañadientes, a la misión divina tras ser tragado por una gran criatura marina.

En el judaísmo, la historia de Jonás representa la enseñanza de la teshuva, que es la capacidad de arrepentirse y ser perdonado por Dios. En el Nuevo Testamento, Jesús se llama a sí mismo “más grande que Jonás” y promete a los fariseos “la señal de Jonás”, que es su resurrección. Los primeros intérpretes cristianos consideraron a Jonás como un tipo de Jesús. El Islam considera a Jonás como un profeta y la narración bíblica de Jonás se repite, con algunas diferencias notables, en el Corán. Los principales estudiosos de la Biblia suelen considerar que el Libro de Jonás es ficticio[3] y, a menudo, al menos parcialmente satírico[4], pero el personaje de Jonás hijo de Amittai puede haberse basado en el profeta histórico del mismo nombre que profetizó durante el reinado de Amasías de Judá, como se menciona en 2 Reyes[6].