Buques de la Armada griega
Navantia, el constructor naval español, es una referencia mundial en el diseño, construcción e integración de buques de guerra, incluidos los submarinos de nueva generación. También se dedica al diseño y fabricación de sistemas integrados de gestión de plataformas, sistemas de control de incendios, sistemas de mando y control, plantas de propulsión y soporte vital para buques de guerra.
Es una de las pocas empresas que cuenta con una capacidad completa en los campos de diseño, desarrollo, producción, integración y apoyo logístico integrado de plataformas, propulsión y sistemas de combate naval, así como la capacidad de entregar buques totalmente operativos. Navantia cuenta también con una amplia gama de productos de buques navales y de guardacostas y una enorme capacidad de ingeniería para acometer nuevos proyectos.
Navantia cuenta con centros de producción estratégicamente situados en la Ría de Ferrol, el astillero de Cartagena y la Bahía de Cádiz, especializados en Nuevas Construcciones, así como en reparaciones de buques en las tres zonas.
El S-80 es un submarino convencional, con un alto nivel de discreción y movilidad para llegar a teatros lejanos. El sistema AIP permitirá 15 días de autonomía. El submarino está equipado con misiles de crucero de largo alcance, torpedos pesados de largo alcance, misiles antisuperficie y minas.
Barcos de la marina alemana
La Armada española fue la fuerza marítima más poderosa del mundo desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. A principios del siglo XIX, con la pérdida de la mayor parte de su imperio, España pasó a tener una flota más pequeña pero mantuvo una industria de construcción naval que produjo importantes innovaciones técnicas. La Armada española construyó y operó uno de los primeros submarinos militares, hizo importantes contribuciones en el desarrollo de buques de guerra destructores y volvió a lograr una primera circunnavegación mundial, esta vez con un buque acorazado.
Las raíces de la marina española moderna se remontan a antes de la unificación de España. A finales de la Edad Media, los dos principales reinos que más tarde se unirían para formar España, Aragón y Castilla, habían desarrollado poderosas flotas. Aragón poseía la tercera mayor armada del Mediterráneo tardomedieval, aunque sus capacidades eran superadas por las de Venecia y (hasta que fueron superadas en el siglo XV por las de Aragón) Génova. En los siglos XIV y XV, estas capacidades navales permitieron a Aragón reunir el mayor conjunto de territorios de cualquier potencia europea en el Mediterráneo, abarcando las Baleares, Cerdeña, Sicilia, el sur de Italia y, brevemente, el Ducado de Atenas.
B
La Armada española construyó y operó uno de los primeros submarinos militares, realizó importantes contribuciones en el desarrollo del destructor y volvió a lograr una primera circunnavegación mundial, esta vez con un buque acorazado.
En 1898 estalló la guerra hispano-estadounidense y la Armada española sufrió una aplastante derrota a manos de Estados Unidos. La guerra terminó con el colapso del Imperio español. Después de la guerra, España reconstruyó su flota en una fuerza más pequeña, pero moderna. España permanecería neutral durante toda la Primera Guerra Mundial.
En la década de 1930, la Armada española se vio dividida por la Guerra Civil y se registraron numerosos enfrentamientos entre republicanos y nacionalistas con importantes pérdidas para ambos bandos. España se mantuvo neutral en la Segunda Guerra Mundial, pero la Armada siguió realizando patrullas. En los años de posguerra, España adquirió muchos buques de Estados Unidos, incluido su primer portaaviones, y devolvió a la Armada española a la posición de ser una de las marinas europeas más poderosas y capaces.
Barcos de la marina australiana
La Armada española fue la fuerza marítima más poderosa del mundo desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. A principios del siglo XIX, con la pérdida de la mayor parte de su imperio, España pasó a tener una flota más pequeña, pero mantuvo una industria de construcción naval que produjo importantes innovaciones técnicas. La Armada española construyó y operó uno de los primeros submarinos militares, hizo importantes contribuciones en el desarrollo de buques de guerra destructores y volvió a lograr una primera circunnavegación mundial, esta vez con un buque acorazado.
Las raíces de la marina española moderna se remontan a antes de la unificación de España. A finales de la Edad Media, los dos principales reinos que más tarde se unirían para formar España, Aragón y Castilla, habían desarrollado poderosas flotas. Aragón poseía la tercera mayor armada del Mediterráneo tardomedieval, aunque sus capacidades eran superadas por las de Venecia y (hasta que fueron superadas en el siglo XV por las de Aragón) Génova. En los siglos XIV y XV, estas capacidades navales permitieron a Aragón reunir el mayor conjunto de territorios de cualquier potencia europea en el Mediterráneo, abarcando las Baleares, Cerdeña, Sicilia, el sur de Italia y, brevemente, el Ducado de Atenas.