Pensadores de la Ilustración
Varias posturas filosóficas relacionadas pero distintas respecto a las conexiones entre teorías, “reduciendo” una idea a otra más básica. En las ciencias, sus metodologías intentan explicar sistemas enteros en términos de sus partes constituyentes individuales y sus interacciones.
Conjunto de técnicas para investigar fenómenos, adquirir nuevos conocimientos o corregir e integrar conocimientos anteriores que aplican pruebas empíricas o medibles con sujeción a principios específicos de razonamiento. Caracteriza a las ciencias naturales desde el siglo XVII y consiste en la observación, medición y experimentación sistemáticas, así como en la formulación, comprobación y modificación de hipótesis.
Proposición filosófica latina de René Descartes que suele traducirse al español como “Pienso, luego existo”. La frase apareció originalmente en su Discurso del Método. Esta proposición se convirtió en un elemento fundamental de la filosofía occidental, ya que pretendía formar una base segura para el conocimiento frente a la duda radical. Mientras que otros conocimientos podían ser producto de la imaginación, el engaño o el error, Descartes afirmaba que el propio acto de dudar de la propia existencia servía -como mínimo- como prueba de la realidad de la propia mente.
La política del Siglo de las Luces
Cuándo comenzó exactamente la Ilustración es un tema de debate. La mayoría considera que el “Amanecer de la Razón” se extendió entre el final del Renacimiento y el comienzo de la Revolución Industrial, desde mediados del siglo XVI hasta finales del XVIII.
Sin embargo, la escala de tiempo no es tan importante; lo que realmente importa es el pensamiento y las ideas radicales que hay detrás. Fue una época en la que Europa abrazó una nueva era de razón, debate racional y descubrimiento científico.
Durante siglos, la vida cotidiana había estado muy influenciada por varias instituciones y autoridades importantes, especialmente la Iglesia. La gente creía que la Biblia era la palabra literal y absoluta de Dios; creían que los seres humanos habían existido sólo unos pocos miles de años, que Adán y Eva existían y que el universo giraba alrededor de la Tierra.
En Italia, personajes como Miguel Ángel, Brunelleschi y Leonardo Da Vinci provocaron una revolución en la expresión cultural y artística, mientras que científicos como Giordano Bruno y Galileo Galilei hicieron descubrimientos que contravenían directamente las enseñanzas establecidas por la Iglesia.
Literatura de la Ilustración
En 1784, un filósofo prusiano llamado Immanuel Kant publicó un breve ensayo titulado ¿Qué es la Ilustración? Respondía a casi un siglo de avances filosóficos, científicos y técnicos en Europa central y occidental que, en su opinión, habían culminado en su propia vida en una época más ilustrada y justa. Según Kant, la Ilustración consistía en el valor de pensar por uno mismo, de cuestionar las nociones aceptadas en cualquier campo del conocimiento humano en lugar de confiar en una creencia impuesta por una autoridad externa. Asimismo, escribió, las ideas se intercambiaban ahora entre los pensadores en una red de aprendizaje que en sí misma proporcionaba una especie de impulso intelectual. Lo que Kant pretendía era que, más que nunca, pensadores de diversa índole estaban abriendo nuevos caminos no sólo al utilizar el método científico para descubrir cosas nuevas sobre el mundo físico, sino al aplicar la investigación racional para mejorar la vida humana y la organización de la sociedad humana. Aunque el ensayo de Kant probablemente exageraba las cualidades utópicas del pensamiento de su época, tenía razón en que correspondía a un cambio importante en la forma en que los europeos cultos pensaban en el mundo y en el lugar que ocupa el ser humano en él.
Características de la literatura de la Ilustración
El libro de Montesquieu fue un éxito de ventas. Los progresistas de toda Europa empezaron a abogar por una forma más racional y constitucional de gobierno limitado que separara los poderes del ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Tanto la Iglesia como el Estado defendieron este statu quo con justificaciones teóricas como el “derecho divino de los reyes”, que afirmaba que los monarcas tenían un derecho otorgado por Dios para gobernar, lo que implicaba que cualquier desafío a este gobierno iba en contra de Dios.
Documental que, gracias a la experiencia académica del profesor Christer Petley de la Universidad de Southampton, explora el surgimiento del movimiento de la Abolición en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y su éxito final en la aprobación de un proyecto de ley (Ley de Abolición de 1807) que prohibió el comercio de africanos a través del Atlántico hacia los brutales sistemas de plantación establecidos en las Américas.Vea ahora
Los pensadores de la Ilustración llevaron las ideas de Locke un paso más allá. Los Padres Fundadores establecieron la Constitución de los Estados Unidos sobre la base de los derechos naturales de Locke, ampliándolos para incluir la “búsqueda de la felicidad”.