Primer Plano Monasterio Santa Clara Medina Pomar

Ambos nacimos en Madrid. Hace unos años, visitamos la zona poco conocida del norte de la provincia de Burgos llamada las Merindades y nos enamoramos de ella. Así que decidimos trasladarnos aquí y buscar la manera de compartir el lugar con otras personas, a las que les gusta explorar la naturaleza y disfrutar de su tranquilidad como a nosotros.

Construimos nosotros mismos La Casita y El Mirador utilizando materiales ecológicos como la madera y la paja. Tal vez por eso pensamos que la casa es tan acogedora. Estamos seguros de que la gente que venga a alojarse con nosotros, disfrutará tanto de las cómodas habitaciones como de las vistas al jardín y a la montaña desde la terraza durante todo el año, y de la acogedora estufa de leña en las estaciones más frías.

Una vez construida nuestra casa, llegó el momento de aumentar gradualmente la familia y ahora tenemos un perro (Lucas), cuatro gatos (Michi, Panceta, Comino y Canelita) y dos caballos (Whiskey y Swing). Nuestros huéspedes también pueden disfrutar de su compañía.

En los pastos que rodean el pueblo de Villabáscones hay un bosque de robles, donde también se pueden encontrar hayas, acebos o serbales mezclados. En medio de estos árboles hay una agrupación de tumbas antropomórficas talladas en piedra y que datan de la época medieval.

San Bernabé

El domingo siguiente al 11 de junio, festividad de San Bernabé, se celebra una tradicional romería en la ermita rupestre de San Tirso y San Bernabé. Un acto típico de la misma es que, tras el oficio religioso, se empapa a los niños con las aguas curativas de la cueva.

Cuenta la leyenda que el esqueleto encontrado en la Vía Seca es el de un rey godo que, mientras cazaba por el lugar, vio a una pastora y quedó encantado con su belleza. La zagala al verse perseguida entró en la cueva y el rey godo tras ella penetró en el laberíntico lugar y dicen que durante días, de las entrañas de las cavernas salieron gritos de auxilio, pero del rey enamorado no se volvió a saber nada. Cuando se descubrió su esqueleto, se vio cómo intentaba encontrar la salida, pues se encontraron marcas de pisadas, huellas de sus rodillas cuando intentaba arrastrarse por las estrechas cavidades, e incluso cómo hizo una pequeña presa para conseguir agua. Pero el pobre rey murió perdido y de hambre dentro de la cueva.

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Impresionante lugar, nos encantó la cueva de la ermita a la que pudimos acceder con una visita con una duración aproximada de 45 minutos en la que te adentras unos 400 metros muy interactivos para toda la familia por el módico precio de 4 euros aunque recomiendo sacar las entradas Online y con antelación ya que fuimos por la mañana y no estaban disponibles hasta la tarde por lo que improvisamos la comida en el pueblo aprovechando para visitar el centro de interpretación, nos queda la ruta larga por la cueva, 4h pero con niños Menores de 12 años no se puede así que en unos años.

Respecto al centro de interpretación, es muy explicativo, me vino genial para que los niños entendieran el porqué de las cosas de la cueva, tiene varias zonas de interacción para niños y no tan niños con carteles muy detallados, todo en varios idiomas por supuesto, al final un corto resume muy bien todo lo esencial del complejo kárstico, sin duda una parada muy recomendable en el camino que puedes ver toda la zona en una mañana si no haces la ruta larga de la cueva nosotros pasamos todo el día con un niño de tres años

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En los alrededores del complejo de cuevas viven varias aves, como el águila real, el águila culebrera, el alimoche, el gavilán, el búho real, el buitre leonado, el cárabo y el halcón peregrino. [En el interior de las cuevas hay varias especies de murciélagos, como el murciélago de cueva, el murciélago de herradura mayor, el murciélago de herradura menor y el murciélago de Geoffroy[2]. Otras especies de mamíferos que viven en la región son el desmán de los Pirineos, el gato montés, el lirón o la nutria euroasiática[2].

En la Cueva de Kaite se han encontrado pinturas que parecen representar ciervos[12] En las paredes y en la bóveda de la Sala de la Fuente hay pinturas que representan personas, formas animales y dibujos geométricos. Estas imágenes abarcan un periodo de tiempo comprendido entre el Neolítico tardío y el inicio de la Edad del Bronce[12].