Fiesta de la Ribeira sacra
Citando a Dickens, por fin hemos dejado atrás el invierno de la desesperación y empezamos a disfrutar de la primavera de la esperanza. En esta transición -teníamos todo por delante, no teníamos nada-, he podido probar algunos vinos muy buenos. Encontré dos de ellos en Angelita, un restaurante junto a la Gran Vía de Madrid, donde los dueños ofrecen más de medias copas de 100 botellas abiertas para maridar con una comida excelente. Los consejos de los camareros suelen ser muy agudos y así fue como conocí Casas de Enriba y Vive la Vida.
Casas de Enriba 2016 (35 euros) es un raro vino de Valdeorras creado por Laura Lorenzo en pequeñas parcelas casi verticales junto al río Bibei, en la Ribeira Sacra. Este vino sagrado está elaborado con uvas mencia y godello. Serio y rústico, tiene una perfecta combinación de matices minerales y florales. Vert difícil de encontrar, una producción muy limitada, no te lo pierdas.
Vive la vida 2015 (19 euros), de Bodegas Vidas, es también un vino artesanal de Cangas, en el corazón de Asturias, elaborado con uvas autóctonas (albarín negro, mencía…), y 12,5% de graduación. Un vino atlántico de vanguardia, soberbio y encantador, ligero y afrutado.
Ribeira sacra denominación de origen
Su primer nombre en latín fue Roboira Sacrata (Robledal Sagrado) pero una mala traducción realizada en el siglo XVII por un monje, lo cambió por Ribeira Sacra (Ribera Sagrada) hasta nuestros días. Se cree que el cultivo de la vid y la producción de vino fueron introducidos en la zona por los antiguos romanos.
Se cree que la Ribeira Sacra toma su nombre de los 18 monasterios y ermitas que se fundaron a principios de la Edad Media, entre los siglos VIII y XII, y que están situados en los inaccesibles valles del río. Fueron los monjes quienes replantaron los viñedos para su propio consumo y mantuvieron la tradición vitivinícola hasta los tiempos modernos. Los monasterios más importantes son:
Los viñedos están plantados en terrazas (conocidas como bancadas) en los estrechos valles de los ríos y se caracterizan por la producción de uvas con un sabor muy concentrado. Las terrazas suelen ser muy pequeñas, lo que hace imposible mecanizar las actividades del viñedo, como la poda y la vendimia. El acceso suele ser muy difícil y a veces sólo es posible desde el río.
Parador de la Ribeira Sacra
Fue en estas tierras, en lugares bucólicos o escarpados, donde monjes y ermitaños llegaron a llevar una vida ascética en los inicios de la era cristiana. Estos asentamientos, con el paso del tiempo, se convirtieron en florecientes monasterios desde los que el arte, la cultura y el progreso material se extendieron a toda Galicia. De ahí el nombre de Ribeira Sacra (Ribera Sagrada), de la que hay constancia escrita desde el siglo XII.
El monasterio más importante es el de Santo Estevo de Ribas de Sil, centro de poder no sólo religioso, ya que durante siglos su abad fue el encargado de impartir justicia y nombrar escribanos y funcionarios de aduanas.
Como herencia de los últimos 1.500 años, esta parte de Galicia contiene un rico patrimonio que incluye castillos, iglesias, pazos y puentes. Su riqueza histórica incluye también restos arqueológicos de la Edad del Bronce y del Hierro, así como otros que demuestran la presencia de las legiones romanas en este punto de la frontera occidental del Imperio Romano.
Valdeorras
Un profundo desfiladero atraviesa el terreno. En la cima, los monasterios románicos vigilan el horizonte y un montón de miradores ofrecen magníficas vistas. Mirando hacia abajo, robles, castaños y viñedos cubren las laderas escalonadas.
Las fértiles tierras, el misterio, el retiro y la paz de la zona atrajeron a las órdenes monásticas desde los inicios del cristianismo. Ahora podemos seguir sus huellas tratando de encontrar el mismo placer en tan sereno retiro.
Conserva una fachada barroca, una iglesia con ábside románico y tres claustros de distintas épocas: Renacimiento, Románico y Gótico. El monasterio es hoy en día un lujoso hotel (pertenece a la prestigiosa cadena hotelera española Paradores), donde podrá alojarse eventualmente.
Monasterio de Santa Cristina de Ribas de SilSanta Cristina de Ribas de Sil es uno de esos lugares mágicos que permanecerán en su memoria. Rodeado de un bosque de castaños, este monasterio, construido a finales del siglo XI, se alza sobre un meandro del río Sil.
La Ribeira Sacra vive con y para el vino. Los romanos encontraron oro en estas tierras, pero nos dejaron algo a cambio. Probablemente combinaron las vides autóctonas con las mediterráneas, obteniendo mejores cepas. Es más, se dice que los Césares exigían esos vinos. La tradición continuó con los monjes mejorando y fomentando la actividad vitivinícola, cultivando terrenos agrestes, con ángulos del 50 al 85%. A algunos de ellos aún sólo se puede acceder en barco. El cultivo del vino se convirtió en la fuente económica de aquellos tiempos, lo que sigue siendo.