Países sin litoral
Sus 2.700 kilómetros de costa salpicados de playas de arena fina, acantilados e islas solitarias son un motivo perfecto para visitarla. Pero Bretaña también cuenta con una gloriosa campiña y numerosas ciudades históricas. En esta tierra de leyendas, descubra un sinfín de bellas ciudades como la encantadora Gacilly, famosa por su patrimonio artístico y artesanal.
Bretaña es una tierra de leyendas. En el misterioso bosque de Brocéliande, los árboles, páramos y estanques susurran historias del Rey Arturo, despertando los espíritus del mago Merlín y del hada Viviane. Mientras tanto, en el océano, si los faros de Bretaña pudieran hablar, contarían historias de tormentas épicas: El faro de Tévennec se encuentra en una roca aislada que tiene fama de estar embrujada, y el faro de La Jument es famoso por estar encaramado en una pequeña roca insular. En Saint-Malo, entre las mareas altas, es divertido ver cómo van y vienen los transbordadores y los barcos. La ciudad de los “corsarios” (piratas) tiene ahora un nuevo papel marítimo: desde hace 40 años, los mejores navegantes del mundo se reúnen allí para participar en la famosa regata Route du Rhum, que va de Saint Malo a Guadalupe.
Ubicación de Japón
Un ejemplo de la paradoja de la línea de costa. Si se mide con un intervalo de 200 km, la costa de Gran Bretaña tiene una longitud de unos 2.400 km. Si se utiliza un intervalo de 50 km, la longitud es de 3.400 km.
La paradoja de la línea de costa afirma que un litoral no tiene una longitud bien definida. Las mediciones de la longitud de una línea de costa se comportan como un fractal, siendo diferentes a distintos intervalos de escala (distancia entre los puntos de la línea de costa en los que se realizan las mediciones). Cuanto más pequeño sea el intervalo de escala (es decir, cuanto más detallada sea la medición), más larga será la línea de costa[Nota 1] Este efecto de “aumento” es mayor en las líneas de costa enrevesadas que en las relativamente suaves.
Países fronterizos
La cuenca mediterránea es uno de los mares más valorados del mundo. La región comprende un vasto conjunto de ecosistemas costeros y marinos que aportan valiosos beneficios a todos sus habitantes costeros, incluyendo lagunas de agua salobre, estuarios o zonas de transición; llanuras costeras; humedales; costas rocosas y zonas costeras cercanas a la costa; praderas de pastos marinos; comunidades coralígenas; sistemas frontales y afloramientos; montes submarinos y sistemas pelágicos. El Mediterráneo no solo es complejo desde el punto de vista ecológico, sino también desde el punto de vista sociopolítico: veintiún países bordean este mar tan utilizado (PNUMA/MAP, 2012).
La región del Mediterráneo ha sido históricamente el escenario de una intensa actividad humana. El mar Mediterráneo y sus costas son la fuente de muchos de los recursos que se cosechan en la región, pero también la correa de transmisión del comercio, y a menudo el sumidero de los impactos acumulados de estas actividades. El Mediterráneo es un mar relativamente pequeño y cerrado, con un intercambio limitado con las cuencas oceánicas, una intensa circulación interna de mesoescala y una gran diversidad de ecosistemas sensibles. Estas características, unidas a la complejidad política de la región, hacen que la gestión y protección del medio ambiente costero y marino requiera acuerdos y normativas medioambientales multilaterales, acatadas a nivel supranacional. Este enfoque es esencial para el desarrollo sostenible de todas las naciones que bordean las masas de agua que se extienden más allá de sus fronteras.
Rusia
Según el Cambridge Advanced Learner’s Dictionary & Thesaurus, una línea de costa se define como “la forma particular de la costa, especialmente vista desde arriba, desde el mar o en un mapa”. La medida de la línea de costa de un país varía según la escala a la que se mida. Los mapas de menor escala arrojan un valor menor de la medida de la costa que los mapas de mayor escala. Cuando se habla de “escala”, se hace referencia a las conexiones punto a punto realizadas a lo largo del litoral de un país determinado, que luego se suman para dar la longitud total de la costa. Las discrepancias mencionadas son ejemplos de comportamiento fractal, ya que cuanto mayor sea la escala de un mapa, más frecuentes serán las hendiduras visibles en una línea de costa y, por tanto, mayor será la longitud medida de la misma. Por ello, cuando se comparan los países en función de las medidas de sus costas, todos los datos se toman de mediciones realizadas en mapas de idéntica escala. Los países que se enumeran a continuación tienen las costas más largas del mundo, y éstas tienen una gran importancia cultural, militar y económica para cada uno de ellos.