Aguascalientes visitmexico
Sin duda, el cultivo de la vid es una actividad que siempre ha estado arraigada en el carácter de los aguascalentenses, basta con echar un vistazo al escudo de nuestro estado para darse cuenta de cómo esta producción representa una parte importante de nuestra identidad.
En los años 50, Aguascalientes se convirtió en el segundo estado con mayor producción de vino después de Coahuila, y aunque la producción disminuyó en las décadas siguientes, esa vocación nunca se perdió. El clima adecuado, la ubicación estratégica, el personal capacitado y un creciente interés de los empresarios por incursionar en este sector, están sentando las bases para que el sector vitivinícola crezca en el estado y logre consolidarse.
Actualmente los viñedos ocupan una superficie de 900 hectáreas y alcanzan una producción de 13,500 toneladas de uva en todo el estado, por lo que existe la posibilidad de hacer del vino una gran industria que contribuya tanto al turismo como al campo, según Angélica Martínez, rectora de la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes.
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El Gobierno de Aguascalientes, especialmente la Secretaría de Desarrollo Económico, ofrece apoyo para ayudar a los inversionistas a establecer y administrar un negocio en Aguascalientes. La forma de asistencia disponible variará según la ubicación, la industria y la naturaleza de la actividad empresarial.A continuación se proporciona más información sobre la asistencia disponible para las empresas a través de subvenciones, la búsqueda y la formación de empleados, los incentivos fiscales a la I+D, la ubicación, la facilitación de grandes proyectos y para la exportación.
El Estado de Aguascalientes se caracteriza por su alta calidad de vida, su promoción de la cultura y su amplia gama de actividades educativas, artísticas y recreativas para que usted y su familia puedan disfrutar de ricas experiencias, conocimiento de las tradiciones locales y expresiones del arte mexicano contemporáneo.
Ocupando el noveno lugar en el Top 10 nacional; es así como Aguascalientes desarrolla una conexión entre los pueblos y las actividades que se realizan en cada uno de ellos, midiendo las capacidades existentes en su economía, con un índice de complejidad económica de .83.*
Turismo en Aguascalientes
La uva fue plantada por primera vez en México durante el siglo XVI por los españoles. A pesar de la larga historia de la región, el avance del vino mexicano moderno es tan reciente como la década de 1970. La región es un crisol de uvas francesas, españolas e italianas, desde la Nebbiolo hasta la Chenin Blanc, que conforman 7.700 hectáreas de viñedos. Las mezclas de vinos son muy populares aquí, aunque no siempre siguen las tradiciones europeas. Por ejemplo, se puede encontrar Cabernet Sauvignon mezclado con Garnacha y Barbera. Más recientemente, los vinos monovarietales también están ganando en popularidad. El vino mexicano sigue siendo una frontera del vino.
Para los que lo sepan, el paralelo 30 (por encima y por debajo del ecuador) se considera el límite teórico del cultivo de la uva con éxito. Por eso puede sorprender que una región tan cercana al trópico pueda cultivar uvas. Afortunadamente, la región es árida (a las uvas no les gusta la humedad) y los viñedos están situados a gran altura, lo que proporciona un aire más fresco y un mayor cambio diurno (por ejemplo, hace frío por la noche). Por supuesto, al ser tan seca, casi siempre es necesario el riego.
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El vino mexicano y su elaboración comenzaron con la llegada de los españoles en el siglo XVI, cuando trajeron vides de Europa al actual México, la región vitivinícola más antigua de América. Aunque había uvas autóctonas antes de la conquista española, los españoles descubrieron que las vides españolas también se daban muy bien en la colonia de Nueva España (México) y en el siglo XVII las exportaciones de vino de España al Nuevo Mundo disminuyeron. En 1699, Carlos II de España prohibió la producción de vino en México, con la excepción del vino para fines eclesiásticos[1]. Desde entonces y hasta la Independencia de México, el vino se produjo en México sólo a pequeña escala[2].
Después de la Independencia, la elaboración de vino para fines personales dejó de estar prohibida y la producción aumentó, especialmente a finales del siglo XIX y principios del XX. Muchos otros grupos de inmigrantes europeos ayudaron a la reaparición del vino en México. Sin embargo, la Revolución Mexicana hizo retroceder la producción de vino, especialmente en el norte del país.[3] La producción de vino en México ha aumentado en cantidad y calidad desde la década de 1980, aunque la competencia de los vinos extranjeros y el 40% de impuestos sobre el producto dificultan la competencia dentro de México. México no es un país tradicionalmente consumidor de vino, sino que prefiere la cerveza, el tequila y el mezcal. El interés por el vino mexicano, especialmente en las principales ciudades y zonas turísticas (junto con la introducción en EE.UU. a pequeña escala), ha crecido junto con la reputación de los vinos mexicanos en todo el mundo. Muchas empresas mexicanas han recibido numerosos premios.[4] Varios productores de vino de México han ganado premios internacionales por sus productos.[3] En 2020, el vino Don Leo Gran Reserva Cabernet Sauvignon ganó el oro en el concurso internacional de Cabernet (CIDC) y el trofeo al mejor Cabernet del mundo.[5] El vino se produce en Parras, Coahuila, en la región noroeste de México.