San sebastián españa
La ciudad fronteriza está situada en un pequeño promontorio frente a Hendaya (Francia) sobre la bahía de Txingudi. Un barco de servicio realiza el trayecto entre las dos ciudades. La ciudad cuenta con un casco antiguo con murallas y un castillo. Además, Hondarribia cuenta con una playa al otro lado del Bidasoa desde la urbanización turística Sokoburu de Hendaya, junto a un monte llamado Jaizkibel que sirve de telón de fondo a la ciudad. Una carretera conduce hacia el noreste desde la zona de la playa hasta el Cabo Higuer, situado en este municipio.
El equipo de baloncesto femenino Hondarribia-Irun y el club de remo Hondarribia Arraun Elkartea son los dos clubes deportivos más prestigiosos de la localidad. En la última década, el club de judo Ama Guadalupekoa ha conseguido numerosas medallas nacionales en esta disciplina.
Hondarribia cuenta con su propio campo de golf, donde se formó José María Olazábal, uno de los mejores jugadores de golf del mundo, y con el puerto deportivo, donde el medallista olímpico Iker Martínez realizó sus primeras travesías en barco[aclaración necesaria].
Villarreal
Hondarribia (Fuenterrabía) es una localidad pesquera de la provincia de Guipúzcoa, en el País Vasco español, situada en la bahía de Txingudi, junto a la frontera con Francia. Es el último pueblo amurallado que queda en Guipúzcoa.
Hondarribia ha estado poblada desde la época de los romanos, y se convirtió en una villa de pleno derecho en el siglo XIII. Como ciudad históricamente fronteriza, ya sea entre Navarra y Castilla, o entre España y Francia, Hondarribia ha tenido un pasado tumultuoso.
Después de que los ciudadanos buscaran la protección de la corona castellana en 1203, Hondarribia se convirtió en un punto de conflicto entre Castilla y el reino de Navarra, apoyado por Francia. La ciudad fue asediada repetidamente por fuerzas francesas y navarras a lo largo del siglo XIII hasta la Guerra de los Treinta Años, a mediados de 1600, cuando España y Francia reconciliaron sus fronteras en virtud del Tratado de los Pirineos. Tras la firma de este tratado (que fijó la frontera francesa en su estado actual), Hondarribia siguió siendo una ciudad fronteriza, al otro lado de la bahía de Francia.
Río Bidasoa
El nombre de Bidasoa que recibe el río puede estar relacionado con la antigua ciudad vasca de Oiasso con el término vasco “bide” (que significa camino o ruta) como prefijo, por lo que el nombre completo significa “ruta a Oiasso”. Esto tendría sentido, ya que el tramo final de la ruta desde Pompaleo (la actual Pamplona) hasta Oiasso discurre justo al lado del río. Una segunda teoría dice que la segunda mitad del término proviene de la palabra celta “asa” o “assa” (que significa agua) que significaría Bidasoa, en este caso podría entenderse como “ruta hacia el agua”… es decir, el camino que sigue el río Bidasoa hasta el mar. Y por último, hay quien afirma que el nombre proviene de la frase latina “Via ad Oessonem” (ruta hacia Oiasso). Sea como sea, los tres nombres ilustran la función de los ríos como vía de comunicación.
El río Bidasoa tiene 66 km de longitud. Nace en Astaté, cerca del pueblo de Erratzu, donde confluyen los arroyos Izpegui e Iztauz. En su cabecera se le conoce como río Baztán, cambiando su nombre por el de Bidasoa a partir de Oronoz-Mugairi.
País Vasco
Según la tradición, Hondarribia fue fundada por el rey visigodo Recaredo en el siglo VI de nuestra era. El nombre de la ciudad aparece mencionado por primera vez en la carta puebla que el rey navarro Sancho el Sabio concedió a San Sebastián en 1150. También durante la Edad Media, la Corona de Castilla concedió a Hondarribia los mismos privilegios que a San Sebastián.
A lo largo de su historia, la ciudad sufrió varios asedios, el más famoso de ellos en el siglo XVII. Su posición como emplazamiento militar sobre la desembocadura del río Bidasoa propició en el pasado un casco urbano delimitado por sólidas murallas, que aún se conservan y han permitido su declaración como Monumento Histórico Artístico.
En la parte más alta de la ciudad se encuentra la Plaza de Armas. En uno de sus laterales se levanta el Castillo del Emperador Carlos V, una fortificación de piedra que hoy alberga el Parador de Turismo. Frente a él se celebra cada mes de septiembre el tradicional Alarde, uno de los eventos más importantes del calendario festivo de la ciudad.