¿Quién pintó el mito de Acteón?

¿Quién pintó el mito de Acteón?

Resumen del mito de Diana y Acteón

Ovidio, en sus Metamorfosis, escritas en el siglo I, cuenta la historia del cazador Acteón, príncipe de Tebas, que sorprende a Artemisa mientras se baña desnuda en una fuente. Conocida por los romanos como Diana, la diosa de la caza está acompañada por ninfas, que intentan cubrirla. En su pánico, Diana salpica a Acteón con agua del manantial y, como consecuencia, éste se transforma en un ciervo que es cazado por los sabuesos de los que era dueño minutos antes.

La historia se hizo especialmente popular durante el Renacimiento y la obra maestra de Tiziano, que recoge el momento de la sorpresa, fue pintada para Felipe II de España en la década de 1550. A principios del siglo XVIII fue regalada por Felipe V al embajador francés, que la vendió a Felipe II, duque de Orleans, que estaba reuniendo una suntuosa colección de arte para el futuro Luis XV. Tras la Revolución Francesa, el cuadro acabó en manos de Francis Egerton, tercer duque de Bridgewater, que había hecho una fortuna con la floreciente industria del carbón. Su sobrino, el conde Gover, heredó la obra, que ahora comparten, por períodos alternos de cinco años, la National Gallery de Londres y las National Galleries de Escocia. El cuadro había sido trasladado a Escocia para su custodia durante la Segunda Guerra Mundial.

Diana y actaeon metamorfosis

Alastair Blanshard no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

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¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? Es una pregunta que parece especialmente pertinente en tiempos de pandemia. La enfermedad no respeta la virtud. Es igual de probable que ataque a un santo que a un pecador. Sin embargo, incluso en tiempos más normales, este es un problema al que nos enfrentamos con una regularidad deprimente. Con demasiada facilidad pensamos en vidas truncadas, en actos de bondad y generosidad que quedan sin recompensa. El mundo puede ser un lugar frío y sombrío. ¿Por qué ocurre esto?

Cada cultura desarrolla su propia respuesta a esta pregunta. Para los griegos y los romanos, su solución era que la tragedia ocurría porque los dioses eran, en el mejor de los casos, indiferentes a la humanidad, y en el peor, francamente crueles.

Cuando me siento más pesimista, a menudo pienso en esta visión del mundo y, en particular, en una historia que contaban los griegos. Es una historia perfectamente plasmada en uno de los tesoros de la National Gallery de Londres, La muerte de Acteón, de Tiziano.

Análisis de Diana y Acteón

Tiziano (activo hacia 1506; fallecido en 1576)Diana y Acteón, 1556-9 Óleo sobre lienzo, 184,5 x 202. 2 cm Comprado conjuntamente por la National Gallery y las National Galleries of Scotland con contribuciones de la National Lottery a través del Heritage Lottery Fund, el Art Fund (con una contribución de la Wolfson Foundation), The Monument Trust, J Paul Getty Jnr Charitable Trust, el Sr. y la Sra. James Kirkman, Sarah y David Kowitz, Chris Rokos, la Rothschild Foundation, el Sir Siegmund Warburg’s Voluntary Settlement, y a través de llamamientos y legados privados, 2012

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Diana y Acteón es una de las seis grandes mitologías que Tiziano realizó para el rey Felipe II de España entre 1549-62. El proyecto parece haber sido concebido cuando Tiziano se reunió con Felipe, primero en Milán en 1548, y luego en la Dieta Imperial de Augsburgo en el invierno de 1550-1, en ambas ocasiones también pintó el retrato del príncipe.

Tiziano dispuso de una libertad excepcional para elegir los temas, extraídos de las “Metamorfosis” de Ovidio. El encargo le estimuló a crear las obras más ambiciosas y magníficas de toda su carrera. Tiziano acuñó el término “poesie” para sus composiciones elegíacas, porque las consideraba el equivalente visual de la poesía.

El mito de Diana y Acteón

¿Qué ves? A la izquierda, el cazador Acteón llega junto con su perro a una escena de baño de la diosa Diana y sus cinco ninfas y un esclavo. Acteón lleva sus flechas a la espalda y su arco ha caído al suelo. La ninfa de la izquierda descorre la cortina para revelar que Acteón está mirando a la Diana desnuda al otro lado de un pequeño arroyo. Ella está sentada a la derecha, junto a una fuente, sobre la tela roja y es lavada por una de sus ninfas. Diana lleva una diadema con una luna creciente.

Diana se ve sorprendida por la llegada de Acteón, y la esclava de piel oscura que está detrás de ella le ayuda a cubrir su identidad poniéndole un paño delante de la cara. Junto a Diana, se puede ver a uno de sus perros falderos que ladra al perro de Acteón. Por encima de las rodillas de Diana, se puede ver la calavera de un ciervo en lo alto de un pilar, que forma parte de un dosel arqueado. A la derecha de la calavera, se ve una piel de ciervo colgada en el árbol y a la derecha de ésta cuelga otra piel de ciervo en el borde del cuadro. En el fondo, por encima de Diana, se ve una figura muy pequeña de una persona vestida de blanco que persigue a un ciervo. Esta persona es probablemente otra representación de Diana mientras caza.

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