Banda de microondas

Los hornos de microondas utilizan ondas electromagnéticas que penetran en los alimentos, haciendo que algunas moléculas vibren y generen calor que se transfiere a todo el alimento. Más información sobre el espectro electromagnético.

Los hornos de microondas utilizan la radiación electromagnética para calentar los alimentos. La radiación no ionizante utilizada por un microondas no hace que los alimentos sean radiactivos. Las microondas sólo se producen cuando el horno está en funcionamiento. Las microondas producidas dentro del horno son absorbidas por los alimentos y producen el calor que los cocina. Los hornos de microondas están construidos para garantizar que la radiación electromagnética no salga del horno. Para ello, se han instalado dispositivos de seguridad que garantizan que el horno se apague cada vez que se abre la puerta. La mayoría de las lesiones provocadas por los hornos microondas son el resultado de las quemaduras relacionadas con el calor de los alimentos o líquidos sobrecalentados.

Si los hornos microondas se utilizan cuando están rotos o alterados, es posible que tengan fugas de radiación electromagnética. Las fugas de radiación de microondas son difíciles de detectar porque no se pueden oler ni ver las microondas. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), que regula los productos que emiten radiación, como los hornos de microondas, aconseja no situarse directamente delante o contra el horno mientras esté funcionando. Así evitará daños por posibles fugas.

¿Las microondas provocan cáncer?

En realidad, estás expuesto a menos radiación si metes la mano en un horno microondas que funcione correctamente justo después de que se apague. En primer lugar, las microondas emitidas por un horno microondas no son perjudiciales más allá de su capacidad para calentarle. Las microondas no son ionizantes, lo que significa que no tienen suficiente energía por fotón para arrancar los electrones de los átomos o romper los enlaces químicos, que es lo que provoca el cáncer y la enfermedad por radiación. De hecho, las microondas tienen mucha menos energía por fotón que la luz de una vela o incluso la radiación térmica infrarroja de la mano. Los hornos de microondas emiten ondas electromagnéticas en el rango de frecuencia de los gigahercios (GHz). Son los mismos tipos de ondas que utilizan los radares, los teléfonos móviles y los routers WIFI. Las microondas pueden quemarte si son lo suficientemente potentes y te golpean durante el tiempo suficiente, pero esto no es fundamentalmente diferente a quemarse con la radiación térmica de una hoguera. Meter la mano en el microondas mientras está encendido (lo que requeriría romper las características de seguridad del horno) y dejarla allí es una mala idea porque te quemarás.

Espectro electromagnético

Un magnetrón, o tubo de vacío de alta potencia dentro del horno de microondas, crea las microondas, y las paredes metálicas del interior del microondas hacen rebotar constantemente estas ondas. Las microondas calientan los alimentos haciendo vibrar las moléculas de agua de su interior. A veces, un plato giratorio en el interior del horno garantiza que todas las partes de los alimentos reciban el mismo impacto de las ondas para calentarlos de manera más uniforme.

La radiación permanece dentro del microondas mientras las puertas estén cerradas. De hecho, los microondas están construidos para funcionar sólo cuando las puertas están cerradas.  Además, para garantizar la seguridad de los microondas, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) regula los microondas. Establece reglas o normas de seguridad que los fabricantes de microondas deben seguir. Por ejemplo, cada microondas debe tener al menos dos cierres de seguridad distintos para impedir que funcione si se abre la puerta.

Las normas de la FDA también dicen que sólo una determinada cantidad de radiación puede salir del microondas a unos 5 centímetros de distancia o más. La cantidad es de 5 milivatios por centímetro cuadrado, que es un nivel de radiación que no es peligroso para las personas. Sin embargo, ha habido algunos casos raros de exposición a la radiación. La mayoría de los accidentes se produjeron porque la radiación de las microondas se escapó a través de huecos en la puerta o en las juntas, según la FDA, que añade que su normativa está diseñada para evitar estas fugas.

El microondas no es saludable

Casi todas las cocinas modernas tienen un horno microondas. Desde que se introdujo el primer microondas doméstico de la gama Radar en 1967, personas de todo el mundo han calentado sus sobras, han hecho palomitas y han cocinado sus verduras al vapor con este aparato. Aunque se ha convertido en un artículo comercial y doméstico común, el “horno científico” sigue siendo una tecnología misteriosa, según Timothy Jorgensen, profesor asociado de medicina de la radiación en la Universidad de Georgetown.

“En cierto modo, desconcierta a la gente, ¿sabe?”. dijo Jorgensen en una reciente entrevista en Science Friday. “Creo que es en gran medida porque no se puede ver. No se puede oler. Sabes que está ahí. Ves ante tus ojos lo que le hace a la comida”.

Jorgensen y John Drengenberg, director de seguridad del consumidor de Underwrites Laboratories (UL), aclaran los conceptos erróneos, señalan los peligros más frecuentes y comparten consejos para evitar percances peligrosos con los hornos microondas.

Uno de los temores más comunes en torno a los hornos microondas es la radiofobia, o el miedo a la radiación.    Según Jorgensen, esto puede deberse en parte al hecho de que el horno produce un tipo de radiación artificial.