¿Qué tipos de robots autónomos existen?

¿Qué tipos de robots autónomos existen?

Tipos de robots

El proceso de automatización con robots móviles autónomos (AMR) es un reto. No se trata sólo del presupuesto para las empresas que buscan automatizar. También requiere un profundo conocimiento de sus procesos, desde la manipulación de materiales hasta el producto final. La automatización se basa en tener un sentido más amplio de dónde se está y dónde se quiere estar.

Todo esto añade complejidad a una tarea ya de por sí exigente. Comienza con la determinación del tipo de dispositivos que necesita comprar. A continuación, se buscan opciones, reseñas, informes o se acude a conferencias para tratar de obtener todo el contexto posible. Averiguar las normas de seguridad y protección. Escuchando a los cobots más de una vez. Pero, al igual que al comprar un coche, acabarás asumiendo un riesgo.

Esta entrada del blog no proporcionará una guía definitiva para adoptar los AMR. ¿Cómo podría hacerlo? El mercado cambia constantemente y las necesidades y objetivos de cada uno son diferentes. Las normas y los reglamentos son específicos del sector. Por ello, hemos querido centrarnos en lo que no debe perderse: la estructura de las AMR. Si comprende los principales componentes, podrá entender los requisitos más importantes y los puntos de discusión con sus proveedores de AMR.

Cómo funcionan los robots autónomos

La autonomía puede definirse como la tecnología robótica que es capaz de responder al mundo real con una mínima intervención humana. Esta intervención puede consistir en la inicialización del robot, como su encendido.

Por otro lado, los robots automáticos pueden realizar, en su mayoría, conjuntos de tareas repetitivas. Pueden verse en las industrias manufactureras, sobre todo ayudando en tareas relacionadas con la transferencia de piezas, la soldadura, la pintura, el corte, etc.

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Para realizar cualquier tarea, los robots automáticos dependen de la batería o de otras fuentes de electricidad para cargarse. Los robots están diseñados de cierta manera para poder conectarse con la fuente de energía.

Este robot detecta de forma inteligente los obstáculos en su camino mientras realiza su trabajo de limpieza. Es una aspiradora computarizada que es capaz de funcionar por sí misma sin ninguna interacción humana.

Los robots se introdujeron en la humanidad con el fin de reducir su gran carga de trabajo. Pero aún queda un largo camino para que los robots lleguen a ser completamente autosuficientes, sin interacción humana en su trabajo.

Ejemplos de robots autónomos

Un robot autónomo es un robot que actúa sin recurrir al control humano. Los primeros robots autónomos del entorno fueron conocidos como Elmer y Elsie, que fueron construidos a finales de los años 40 por W. Grey Walter. Fueron los primeros robots de la historia que se programaron para “pensar” como lo hacen los cerebros biológicos y que pretendían tener libre albedrío. [1] Elmer y Elsie fueron etiquetados a menudo como tortugas por su forma y su manera de moverse. Eran capaces de realizar fototaxis, que es el movimiento que se produce en respuesta al estímulo de la luz. [2]

Los brazos robóticos industriales que trabajan en líneas de montaje dentro de las fábricas también pueden considerarse robots autónomos, aunque su autonomía está restringida debido a un entorno muy estructurado y a su incapacidad de locomoción.

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Para qué sirven los robots autónomos

Los vehículos terrestres no tripulados (UGVs) existen en un amplio espectro de capacidad autónoma, que va de lo simple a lo complejo. Los robots autónomos más sencillos no utilizan ningún sensor o unos pocos de bajo coste, mientras que los más avanzados tienen sensores de alta gama muy caros y requieren muchas horas de programación, pruebas y puesta a punto.

La autonomía más básica posible. El robot repite ciegamente un conjunto de movimientos preprogramados sin ninguna respuesta de los sensores. Sin sensores, el UGV no sabe dónde está y no puede detectar los obstáculos que le rodean. Los UGV que utilizan este enfoque no son muy útiles, por lo que la autonomía de bucle abierto no es habitual en estos robots. Los brazos robóticos industriales pueden ser eficaces con el funcionamiento en bucle abierto en aplicaciones en las que sólo necesitan realizar algún movimiento repetitivo una y otra vez. Sin embargo, esto sigue requiriendo mucha calibración/ajuste y el entorno debe mantenerse en el estado que el robot espera.

Cuando vendemos robots programables sin método de control remoto, a menudo utilizamos un enfoque de bucle abierto y los programamos para que realicen un ciclo de movimientos preestablecidos, por ejemplo, avanzar, retroceder, girar a la izquierda, girar a la derecha. Los robots del siguiente vídeo son ejemplos de ello.

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