Noticias de Alhucemas

La guerra del Rif es ahora una guerra olvidada. En un momento en el que el interés de la historia militar se reafirma en la formación de los oficiales y en el que se redescubren las lecciones de la guerra deEn un momento en el que el interés de la historia militar se reafirma en la formación de los oficiales y en el que se redescubren las lecciones de la guerra de Indochina y aún más de la guerra de Argelia para la contrainsurgencia, ¿la guerra del Rif no tiene nada que enseñarnos o reaprender?

Una rápida relectura de esta guerra muestra, sin embargo, que su RETEX es de una inquietante actualidad, en un momento en que, por ejemplo, nuestro compromiso es cada vez más marcado en Afganistán. El propósito de este artículo es propiciar un reexamen de la guerra del Rif, que merece mucho más que un olvido, a través de tres ejemplos tácticos relacionados con el terreno, la constitución de las fuerzas y, por último, la población.

En primer lugar, sin embargo, recordemos el marco general de esta guerra: El Rif, una cordillera árida y atormentada del norte de Marruecos, fue el escenario de una guerra de insurrección y contrainsurrección de 1921 a 1926, en la que un joven líder bereber, Abdelkrim, desafió a las grandes potencias europeas que ocupaban su país, España y Francia. Tras aplastar al ejército de Alfonso XIII, masacrar a miles de sus soldados y provocar la caída de la monarquía parlamentaria española, Abdelkrim atacó la presencia francesa y amenazó seriamente su permanencia en Marruecos.

Rifianos

Desembarco de Alhucemas; Es una operación de desembarco marítimo y aéreo, llevada a cabo por las fuerzas militares españolas, con apoyo francés, el 8 de septiembre de 1925, en la costa de Alhucemas, en el Rif, norte de Marruecos, con el objetivo de resolver la Guerra del Rif. El desembarco es el primero de este tipo en la historia militar, y fue estudiado, posteriormente, durante la preparación del desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial.

La gran derrota militar del ejército español en la batalla de Anwal en 1921, frente a la resistencia rural liderada por Abd al-Karim al-Khattabi, condujo a una independencia gradual de la mayor parte del campo, y a la declaración de una república con su capital Ajdir. La derrota afectó a la doctrina militar española, y fue conocida en su literatura como el Desastre de Annual. La derrota creó una división dentro de la opinión pública española, la clase política y la dirección del ejército sobre la opción de aceptar la derrota, abandonar el campo o intentar recuperar el control de la zona de protección. En 1923, el general Primo de Ribera dio un golpe militar y una de sus prioridades fue la rehabilitación del ejército español. En abril de 1925, las fuerzas rurales atacaron la región de Beni Zeroual y abrieron así a la República del Rif un frente meridional en el protectorado francés, lo que llevó a la creación de una alianza entre España y Francia para eliminar la resistencia rural, que contó con el apoyo del sultán marroquí Yusuf, receloso de la marea revolucionaria del campo. Gran Bretaña también apoyó la operación mediante el apoyo logístico y de restauración de los barcos de desembarco en el puerto de Gibraltar.

Marruecos, España

13.000 11 tanques 3 acorazados 5 cruceros ligeros 1 crucero protegido 1 portaaviones 2 destructores 2 monitores 7 cañoneras 18 patrulleras 6 torpederos 4 remolcadores 58 buques de transporte 160 aviones

El Desembarco de Alhucemas fue una operación de desembarco que tuvo lugar el 8 de septiembre de 1925 en Alhucemas por parte del Ejército y la Armada españoles y, en menor número, un contingente naval y aéreo francés aliado, que pondría fin a la Guerra del Rif. Se considera el primer desembarco anfibio de la historia con uso de carros de combate y apoyo aéreo marítimo masivo[2][3]. Alhucemas se considera un precursor de los desembarcos anfibios aliados en la Segunda Guerra Mundial,[4] y la primera operación combinada con éxito del siglo XX[5].

Las operaciones consistieron en el desembarco de una fuerza de 13.000 soldados españoles transportados desde Ceuta y Melilla por una flota naval combinada hispano-francesa. El comandante de la operación fue el entonces dictador de España, el general Miguel Primo de Rivera, y, como jefe ejecutivo de las fuerzas de desembarco en la playa de la bahía de Alhucemas, el general José Sanjurjo, bajo cuyas órdenes estaban dos brigadas del ejército de Ceuta y Melilla, dirigidas por Leopoldo Saro Marín y Emilio Fernández Pérez, respectivamente. Entre los oficiales de la brigada de Ceuta se encontraba el entonces coronel Francisco Franco que, por su liderazgo de las tropas de la Legión Española en esta acción, fue ascendido a general de brigada.

Parte de Marruecos propiedad de España

El Desembarco de Alhucemas fue una operación de desembarco que tuvo lugar el 8 de septiembre de 1925 en Alhucemas por parte del Ejército y la Armada españoles y, en menor número, un contingente naval y aéreo francés aliado, que pondría fin a la Guerra del Rif. Se considera el primer desembarco anfibio de la historia con el uso de carros de combate y el apoyo aéreo marítimo masivo. Alhucemas se considera un precursor de los desembarcos anfibios aliados en la Segunda Guerra Mundial, y la primera operación combinada con éxito del siglo XX.